Prevención de Riesgos
31-08-2005
Marcela Bártoli
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------"He procurado diligentemente no reírme de las acciones humanas ni llorarlas, ni abominar de ellas, sino comprenderlas" SPINOZA
Maltrato psicológico, acoso moral, mobbing, bullying, psicoterror... diferentes maneras de nombrar un fenómeno relacionado con el abuso de poder. Fenómeno de antigua data - siempre han existido hombres lobos de otros hombres -, pero que sólo recientemente ha ido adquiriendo en el campo de la investigación científica y en el terreno legal la consideración que se merece.
¿Qué es acoso? Empecemos por la definición típica de diccionario: acosar es someter sin reposo a pequeños ataques repetidos.
Ilustremos:
Miradas extrañas, amenazas infundadas de despido, observaciones descalificatorias, insidiosas comparaciones con otra persona supuestamente mejor... Obstaculización del acceso a la información, desprecios mezclados con elogios, por parte de alguien que, cada tanto, te recuerda los favores que le debés... Alguien que, cada tanto, te recuerda su incidencia en lo relativo a tu progreso en la organización... Y todo esto casi siempre en ausencia de testigos.
Acciones cuya sutileza y toxicidad suelen incrementarse a medida que se asciende en la escala jerárquica.
Una sumatoria de hostilidades sorpresivas, intermitentes, pero sostenidas en el tiempo, te abruma. Puede provenir de tu jefe, o de algún compañero de oficina... Pero también de tus subordinados, incluso de tus alumnos si, por ejemplo, creen disponer de alguna información acerca de tu persona cuya difusión te podría perjudicar.
¿Qué significa esto? ¿Cómo puedo escapar a esta presión? ¿Cuándo le creo? ¿Cuando me elogia en público o cuando me critica y me amenaza en privado? QUIERO RENUNCIAR, pero... me encanta este trabajo, luché para conseguirlo, necesito el dinero. Además... ¿Por qué voy a renunciar si estoy haciendo las cosas bien? Estoy confundido. NECESITO AYUDA.
El acoso moral es efecto del accionar de una o más personas en relación con otra sobre la cual existe en algún punto un "plus" de poder a favor de las primeras, que posibilita el abuso.
No reviste las características de un conflicto abierto, que en sí mismo no es patológico. Los acosadores actúan de acuerdo con patrones de comunicación paradójica - estos sí patológicos - y pueden hacerlo en cualquier ámbito de interacción humana - familiar, escolar, organizacional, sea o no laboral-, bajo ciertas condiciones, algunas de las cuales analizaremos a continuación.
· El acosado siente que no puede abandonar la escena - la escuela, la empresa-, o la relación con la persona acosadora. Son importantes para él desde el punto de vista económico, físico, psicológico. Un niño pequeño no puede dar un portazo e irse de su casa, un empleado con familiares que alimentar no puede sencillamente dejar de ir a trabajar, una persona atrapada en una relación que cree de "amistad" no puede fácilmente comprender que quien ha considerado su íntimo amigo por años, es en realidad un psicópata narcisista que se nutre de su angustia.
· El acosado no encuentra el modo de hablar acerca de lo que le pasa, o no sabe dónde ni a quién pedir ayuda.
· El acosador suele ser megalómano y con sus acciones apunta a destruir la autoestima de su víctima. "Si vos sos nadie, necesariamente yo soy mejor que vos", pareciera ser la premisa que lo mueve.
· El acosador actúa de acuerdo con patrones de comunicación paradójica, donde predominan las contradicciones entre diversos niveles de comunicación.
Ejemplos de contradicciones:
Entre lo que dice: - Estoy muy conforme con tu trabajo, y cómo lo dice: con un destello de odio en la mirada.
Entre lo que dice hoy: - Programá la reunión para después del 18 de julio,
Y lo que dice mañana: - ¡Te dije para antes del 18, no para después!
Y entre lo que dice, por ejemplo: - Yo me encargo de hablar por tu ascenso, yo los voy a convencer, vos mejor no digas nada, y lo que hace, ya que, una vez ocupado el puesto por otra persona, te enterás de que nunca nadie propuso un segundo nombre, a pesar de haberse tratado el tema en presencia del acosador en numerosas oportunidades.
¡Qué mujer más contradictoria! Me invitó con tanto entusiasmo a participar del proyecto, encantada con mis cualidades y competencias, y ahora me trata de este modo tan hostil... ¿Qué habré hecho? ¿Estaré haciendo las cosas mal? Yo le dije que no sabía si iba a estar a la altura de las circunstancias, que no tenía tanta experiencia como los demás, pero... después me di cuenta de que mis miedos eran infundados. ¡Para qué le habré hecho esos comentarios! Ahora anda preguntando a mis espaldas cómo trabajo, ya que, dice, con tan poca experiencia como tengo, a lo mejor, me puedo estar desempeñando mal...
Todos podemos funcionar ocasionalmente en el registro de la comunicación paradójica pero, en condiciones normales, podemos también darnos cuenta de ello y retroceder. El genuino acosador moral, no: jamás admitirá la falta en sí mismo. Por lo tanto, si no es posible abandonar la escena - renunciar, divorciarse, independizarse -, habrá que buscar el modo de frenar el acoso, de ponerle límites.
En los últimos años se escucha hablar, cada vez más insistentemente, sobre todo en Europa, del acoso moral en el ámbito laboral. Existe legislación específica al respecto en varios países, y también en el nuestro ese camino se está empezando a transitar. Pero atención: no es suficiente con que se promulguen leyes, ya que siempre existirán sujetos inescrupulosos dispuestos a ignorarlas.
El acoso moral es una de las experiencias más espeluznantes que le pueden tocar vivir a una persona en situaciones sociales cotidianas. La intención del acosador es producir en la víctima un perjuicio moral, aniquilar su autoestima, involucrándolo, por ejemplo, en acciones que van en contra de sus principios. El acosado no logra entender lo que está pasando. Insomnio, estrés, angustia indefinida, inhibición para expresarse en una persona habitualmente locuaz, incapacidad para producir en alguien que antes era altamente productivo y creativo... pueden ser algunos de los síntomas.
Empezar a poner en palabras el problema, advertir que se trata de algo que no le sucede solamente a uno sino que afecta a muchas otras personas - frecuentemente destacadas e, incluso, brillantes en el desempeño de su tarea-, es el principio de la liberación.
El acoso moral es un delito, un delito que enferma.
Marcela Bártoli
Psicóloga y Licenciada en Comunicación Social, egresada de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
Consultora en comunicación organizacional. Especialista en técnicas facilitadoras de la comunicación humana, maltrato psicológico y acoso moral en el trabajo - mobbing. Perito Psicóloga en el campo forense.
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